24 de abril de 2012

Recorrido circular Fuente del Burro

Recorrido circular de aprox. 1 hora y 10 minutos(buscando Diminutos!)

"Los diminutos, nadie sabe donde están, pequeños seres bondadosos, están viviendo con nosotros, pero seguro que no los veras"

Esto me iba cantando mamá y yo iba buscándolos! Pero al final, como dice la canción, no vimos ninguno. Pero están! 

Como teníamos fiesta, San Jorge en Aragón, aprovechamos para dar un paseo por este bosque. Le tocó a mamá llevarme, pero sólo hasta la fuente, porque la bajada, la hice andando! Bueno, caminé 17 minutos seguidos, me cogió papá un poco, y luego llegué sólo a Canfranc. ¡Que cansado! 


Estuvimos en las casas* donde vivían los Diminutos! Que bonitas! Tenían muchas piedras y tierra!




Vimos dos, pero creemos que había más fijo! Los árboles eran muy grandes y se veían sus raices. Eso comen los Diminutos: raices y musgo! Pobres, si supieran lo que es una buena fabada...



En un abrir y cerrar de ojos, ya estábamos en la Fuente del Burro! ¿porqué se llamará asi? Yo no ví ninguno!



Y aquí me toca ya caminar. Me lo pasé muy bien bajando, pero me cansé bastante. 


¡Mamá, no te emociones que aún tendrás que tirar por mi un poco más! Pero bueno, algo es algo como dices tu!


Cuando papá me dió el palo, ahí ya cogí velocidad! Como vale el apoyarse en algo! 


Hasta bajé un poco corriendo con mamá y jugamos al escondite! Me lo pasé muy bien y ellos más! Y sabía que al llegar al coche me quedaba lo mejor... COMER!!!



¡Nos vemos por los bosques! Y si encontrais Diminutos, decirmelo!! Yo también quiero verlos!!

*Casetas de falsa cúpula: Hace solo 100 años, estos bosques eran praderas de uso ganadero. Muchos propietarios de un prado o campo de labor, se hicieron estas construcciones para protegerse del calor o frío a la hora de descansar o comer. Están compuestos únicamente por piedras y su cúpula se va creando con losas y encima una capa de tierra y cuadros de hierba para evitar la entrada de agua en el interior.

22 de abril de 2012

Caseta de Chiniprés (1.740 m)

Subida: 1 hora 20 minutos (con nieve)
Bajada: 45 minutos

Se trata de una ruta con un alto interés deportivo. Permite acceder a la 
parte superior del tramo de barranco de Chiniprés que es descendido 

normalmente por los aficionados al barranquismo. Un barranco con 

interesantes rápeles y donde también se practica la escalada en hielo.


Acceso: Después de pasar Canfranc estación, una desviación a la derecha nos llevará al Hotel Santa Cristina. Seguimos hasta el Camping de Canfranc y después de cruzar un puente, ya vemos el cartel indicativo hacia el Puerto del Chiniprés.


¡¡Por fin otra ruta con papá y mamá!! Ya hacía tiempo que no salíamos los tres a caminar. Y ya hacía tiempo que no dormía una siesta como las de antes, cuando era más pequeño! Porque ahora dice mamá que ya peso... Pero no será para tanto! Sólo estoy cerca de los 13 kilos! Eso es muy poco!


Al principio de la ruta, el camino era muy ancho y llano y todos los montes que nos rodeaban tenían nieve! No mucha, pero lo suficiente para hacer un paisaje muy bonito.

Caseta a la izquierda y Chiniprés a la derecha

 

Pasamos por merenderos, fuentes y cruzamos un rio que llevaba muchaaaa aguaaaa!!


Pensamos que no saldría el sol, pero cuando menos piensas, ahí está! Y siempre cuando toca subir! Bueno, yo iba bastante bien! ji


 Las vistas desde mi mochila eran impresionantes! ¿Será porque iba muy alto?


Y después de caminar y caminar, vemos una casita a lo lejos! Siiiiiiiii, ya estamos!!! 



Y aquí me duermo! Joooo!!! Y no puedo ver a ese bichito de culo gordo que es tan simpático cuando corre! Me lo enseñan papá y mamá en casa. Que pena...


A partir de aquí, fui desnucado hasta el merendero! Que siesta más buena! Y papá y mamá se intercambiaron mochilas y ni me enteré!

Papá y yo

Con mamá en la caseta del Chiniprés

Me contaron por el camino, que mamá tiene un proyecto pendiente por ahí... No sé que significa, pero se le quedaba cara de boba y creo que hasta le caía un poco la baba, mirando la pared del Chiniprés...


Mamá y el Chiniprés

Y para finalizar, la foto de la familina pequeña (como dicen las titas de Asturies).



Volveré para correr por tu campera!!


Y papá volverá para probar tus bloques!!!

Y mamá volverá a tus paredes!! Adios Caseta!!! Adios Chiniprés!! 

1 de abril de 2012

Ibón de Sandinies y el Malvado Nonón...

Subida: 1 hora (redondeando)
Bajada: 30 minutos (redondeando) Sin incluir perdida de mantita... Si alguien la encuentra, es de Enol!!
Recomendable 100% para hacer con niños.



El malvado Nonón siempre había sido un malo de poca monta y sin grandes aspiraciones en el mundo de los villanos. Pero resultó ser un malo con mucha suerte pues un día, mientras caminaba despistado inventando nuevas fechorías, descubrió un camino que le llevaría al Estanque de la Alegría, el gran depósito de alegría y felicidad de todo el mundo.

Vamos al Estanque de la Alegría!

Entonces Nonón, que además de malo era un tristón, pensó en quedarse para sí toda aquella alegría y comenzó a sacar el maravilloso líquido para guardarlo en su casa y tener un poco de felicidad disponible siempre que quisiera.


Camino del Estanque



Así que mientras el resto de la gente parecía cada vez más triste, Nonón se iba convirtiendo en un tipo mucho más alegre que de costumbre. Se diría que todo le iba bien: se había vuelto más hablador y animado, le encantaba pararse a charlar con la gente y ... ¡hasta resultaba ser en un gran contador de chistes!

Compartiendo el agua de la Alegría!

Y tan alegre y tan bien como se sentía Nonón, empezó a disgustarle que todo el mundo estuviera más triste y no disfrutara de las cosas tanto como él. Así que se acostumbró a salir de casa con una botellita del mágico líquido para compartirla con quienes se cruzaba y animarles un rato. 


La gente se mostraba tan encantada de cruzarse con Nonón, que pronto la botellita se quedó pequeña y tuvo que ser sustituida por una gran botella. 


A la botella, que también resultó escasa, le sucedió un barril, y al barril un carro de enormes toneles, y al carro largas colas a la puerta de su casa... 


Hasta que, en poco tiempo, Nonón se había convertido en el personaje más admirado y querido de la comarca, y su casa un lugar de encuentro para quienes buscaban pasar un rato en buena compañía.


Y mientras Nonón disfrutaba con todo aquello, a muchos metros bajo tierra, los espíritus del estanque comentaban satisfechos cómo un poco de alegría había bastado para transformar a un triste malvado en fuente de felicidad y ánimo para todos.


Estos si son Malvados Nonones!!


He disfrutado de otro día de monte con mi amigo Erik!! Y hemos encontrado el Estanque de la Alegria cuando lo dábamos por perdido!! Pero estaba!! Y disfrutamos juntos tirando piedras y luego haciendo una carrera de bajada!!




Tendremos más aventuras de Zipi y Zape!!